RESILIENCIA EN CONTEXTO DE GRAN INCERTIDUMBRE
El propósito del artículo es una breve revisión teórica-conceptual de los distintos constructos de la Resiliencia en el contexto de gran incertidumbre, como ahora lo personifica el COVID-19. Con Edith Grotberg (2006) podría sostenerse que la Resiliencia es “…la capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, aprender de ellas, superarlas e inclusive, ser transformado por estas…”. Se meditó la contrastación conceptual, observándose cómo cada autor o autora nos da una visión más completa de la Resiliencia, con un giro que va agregando aristas.
El estudio es de tipo descriptivo, siendo el diseño documental, mediante el análisis reflexivo-crítico de la información bibliográfica revisada. Se concluye, que la Resiliencia modifica los marcos conceptuales, las metas, las estrategias y las evaluaciones de todas las intervenciones sociales, enfatizando las ventajas y las potencialidades de las personas en contexto de gran incertidumbre.
Palabras clave: Resiliencia, Educación, Proceso de Resiliencia e Incertidumbre
Introducción.
Reflexionar hoy sobre la Resiliencia, nos permite conceptualizarla y valorarla con una perspectiva renovadora, sobre todo, en el contexto de la Pandemia COVID-19, concibiéndola como la capacidad de la persona humana de sobreponerse a los riesgos de la existencia, no sólo superándolos sino desarrollando al máximo su potencial, proceso realizable a través de la construcción de una Pedagogía proactiva Resiliente.
La Resiliencia; en esencia, es la capacidad de recuperarse, sobreponerse y adaptarse con éxito frente a la adversidad y desarrollar competencia social, académica y vocacional pese a estar expuesto a acontecimientos adversos, al estrés grave, a Pandemias o simplemente a las tensiones inherentes al mundo VICA (Volátil, Incierto, Complejo e Incierto) de hoy. En la actualidad, como nunca antes en la historia de la humanidad, toda persona: niño, joven, tercera edad o anciano, requiere desarrollar la Resiliencia.
La Resiliencia es la capacidad de hacer frente a la adversidad continuada, superarla y salir fortalecido, como lo constituye hoy día la Pandemia COVID-19, es el ejercicio de la fortificación, como la entienden los franceses: “courage”, para afrontar todos los avatares de la vida personal, familiar, profesional y social. El término “resiliente” se ha adoptado en cierta forma en lugar de: invulnerable, invencible y resistente. La acepción de “resiliente” reconoce el dolor, la lucha y el sufrimiento implícitos en el proceso. El concepto de la Resiliencia, se aleja del modelo médico del desarrollo humano basado en la patología, y se aproxima a un modelo pedagógico proactivo basado en el bienestar, el cual se centra en la adquisición de competencias y eficacia propias.
Para la psicología humana, el término implica lo mismo que en la física: una dinámica efectiva, una capacidad de rebotar, de volver hacia adelante. Sin embargo, la Resiliencia humana no se limita a resistir, permite la reconstrucción. Por eso, la Resiliencia socialmente está concebida como un resorte moral, y se constituye en una cualidad de una persona que no se desanima, que no se deja abatir, que se supera a pesar de la adversidad continuada del COVID-19. En este orden y dirección, la Resiliencia no debe pensarse como una capacidad estática, sino que consigue modificarse a lo largo del tiempo. Es la derivación de armonía entre elementos de riesgo, factores protectores y el temperamento del ser humano. Reitero, el atributo principal de la Resiliencia es su dinámica, así como el autoconcepto y puede meditarse como el ajuste psicosocial auténtico.
Las anteriores consideraciones, plantean nuevos requerimientos a las personas individualmente y socialmente, sobre lo cual es necesario desarrollar una reflexión pedagógica: la Resiliencia permite una nueva mirada del desarrollo humano, es mirar con nuevos ojos, enfatizando el potencial humanizador para la formación integral de las personas y la evidente necesidad de adoptar una visión diferente ante la gran incertidumbre de hoy día. Finalmente, en el contenido del artículo se presenta, en primera instancia, la etimología y definiciones de la Resiliencia, así como su importancia debido a que marca un cambio de paradigma.
Resiliencia. Un concepto con historia. Etimología y definiciones
El primer paso que daremos es saber de qué estamos hablando. Como en todas las ocasiones de comunicación, lo mejor para evitar confusiones es definir los términos que se utilizan. Especialmente en este caso, ya que no se trata de un concepto conocido por todos. Entonces, ¿qué es la Resiliencia? Etimológicamente viene del latin resiliens-lientis, participio activo de resiliere: rechazar, que las ciencias sociales toman de la física.
Es un concepto que se plantea como un aporte al desarrollo de las personas. Para la Física, describe la capacidad de ciertos materiales de recobrar su forma original luego de someterse a algún proceso de presión deformadora. La noción es internalizada en el área psico-social como la posibilidad de recuperación, fortalecimiento y superación de la adversidad. “Durante mucho tiempo se atribuyó esta característica poco común a una “constitución” especial. Ha sido recientemente cuando se ha tenido en cuenta la interacción entre el individuo y sus allegados, sus condiciones de vida; y por último, su ambiente vital…” (Manciaux, M.Vanistendael, S., Lecomte, J. y Cyrulnik, B., 2003:17).
Es una actitud fundamental ante la vida. Aparece en los caminos de la vida que nos sorprenden, a nuestro modo de ver, para el bienestar re-enfocado, puesto que se ha impuesto a nuestra aprehensión (cambio de posición ante el riesgo, de nivel de formación y familiar), reconfigurando como tal a la persona y a nuestro espíritu como concienciación humana profunda.
Se caracteriza por la emancipación, lo que a su vez lleva a nuevos compromisos y metamorfoseo del dolor.
“Es la capacidad de una persona o de un grupo para desarrollarse bien, para seguir proyectándose en el futuro a pesar de acontecimientos desestabilizadores, de condiciones de vida difíciles y de traumas, a veces, graves” (Giordano, Sulma, et al, 2007). Asimismo, podría sostenerse que es “…la capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, aprender de ellas, superarlas e inclusive, ser transformado por estas…”. (Grotberg, E. 2006:18). En este orden, también se podría decir que la Resiliencia “Es una combinación de factores que permiten a un niño, a un ser humano en general, afrontar y superar los problemas y adversidades de la vida, y construir sobre ellos” (Suárez Ojeda 1995: 9).
Los autores más destacados del ámbito francófono sostienen que: “La Resiliencia es la capacidad de una persona o de un grupo para desarrollarse bien, para seguir proyectándose en el futuro a pesar de los acontecimientos desestabilizadores, de condiciones de vida difíciles y de tramas a veces graves” (Manciaux, et al, 2003:22.)
Coincidiendo con el proyecto Resilient,s Nats, la Resiliencia es la: “Capacidad emocional, cognitiva y sociocultural de personas y/o grupos para reconocer, enfrentar y transformar constructivamente situaciones causantes de sufrimiento y/o daño que amenazan su desarrollo” (Regional Training, Sao Paulo, Brasil, 1999: 21).
Así vemos, cómo cada cita nos da una visión más completa, con un giro que va agregando aristas. Desde que este concepto se instaló en los ambientes académicos y de investigación, muchas definiciones se han dado de Resiliencia. Los distintos planteos se pueden resumir en los siguientes puntos:
Habilidad para surgir de la adversidad.
Respuesta global y dinámica frente a la adversidad, que permite salir fortalecido.
Resistencia al trauma, estrés o suceso grave, y evolución posterior aceptable, en una dinámica existencial.
Interacción dinámica de factores de riesgo y de factores de protección o de Resiliencia.
Conjunto dinámico de procesos sociales e intrapsíquicos dado por una relación recíproca entre el ambiente y el individuo, para lograr la adaptación de éste.
Estrategia de vida.
Cualidad dinámica que se encuentra latente en el interior de cada ser humano, siempre cambiante, que surge de la creencia en la propia eficiencia para enfrentar los cambios y resolver los problemas, y que puede activarse en cualquier momento por los mecanismos adecuados.
Posibilidad de vivir sanamente en un ambiente insano.
Uno considera, que la Resiliencia es un proceso dinámico que potencia el enfrentamiento, la adaptación y superación, en ambientes de adversidad. De esta construcción conceptual se puede desglosar tres factores claves de éxito: 1) Adversidad, 2) Adaptación efectiva y superación de la adversidad y; 3) Proceso dinámico.
Resumiendo: La Resiliencia es una capacidad que resulta de un proceso dinámico e interactivo entre el propio individuo y su entorno, entre las huellas de sus vivencias anteriores y el ambiente contextual del momento. En consecuencia, es variable. Cambia según las circunstancias, la naturaleza de la adversidad, el ambiente contextual y la etapa de la vida; y además, nunca es absoluta, total ni lograda para siempre. A nuestro modo de ver, la Resiliencia no significa ni falta de riesgo ni protección total. Ergo, tampoco se adquiere de una vez y para siempre. Además, no es individualizada sino acompañada.
En cuanto al origen específico de la Resiliencia, el primero que usó en sentido figurado el término, procedente de la física de los materiales, fue Bowlby. Este autor, insistiendo en el papel del apego en la génesis de la Resiliencia la definió así: “Resorte moral, cualidad de una persona que no se desanima, que no se deja abatir” (Bowlby, 1992:20)
Confirmada por trabajadores de campo en circunstancias menos trágica, en “desgracias ordinarias”, la Resiliencia ha suscitado el interés de investigadores, que a su vez, han desmenuzado las observaciones de los prácticos. Y ha sido con este ir y venir incesante del concepto de unos a otros, como éste se ha enriquecido y tomado cuerpo, lo que ha dado origen a muchos más estudios monográficos y mejor documentados.
Sin embargo, nunca se insistirá lo bastante en la inestimable aportación del estudio longitudinal realizado por Werner, Emmy, et al, (1989), a quien se reconoce como la madre del concepto dentro de las ciencias humanas. Esta psicóloga norteamericana lo instaló luego de realizar un estudio en la isla de Kauai (archipiélago de Hawai), a 698 niños pobres, nacidos en 1955 en la isla prenombrada, quienes crecieron en situaciones adversas. La investigadora le hizo un seguimiento a la cohorte durante 30 años. Muchos de los niños no tenían familia, no iban a la escuela o vivían situaciones violentas. La tercera parte aprendió a leer y escribir, alcanzaron objetivos y formaron una familia.
La Resiliencia, “es un elemento intrínseco al hombre que puede permanecer como un tesoro oculto y que requiere una ayuda oportuna y experta para convertirla en un proyecto vital” (Puerta de Klinkert, 2003:8), apuesta a la prevención y a la promoción. El maestro puede ser el “mago” que la revele. Etimológicamente, el término “educación” proviene del latín ex ducere: sacar, llevar hacia afuera, en donde el maestro es el que da la ayuda oportuna para desarrollar esta capacidad. Pero, a la vez, es quien otorga, quien da la seguridad, la confianza a la persona que aprende como un otro significativo, concepto básico en este marco del estudio, que cumple con la segunda acepción.
Por lo tanto, la Resiliencia modifica los marcos conceptuales, las metas, las estrategias y las evaluaciones de todas las intervenciones sociales, entre la cuales está la educación, y pone el énfasis en las ventajas, las potencialidades y los demás aspectos positivos intervinientes en las situaciones adversas. Desde esta perspectiva, el sujeto no sólo “carece” y se “enferma”. De ahí, que Infante, F. (2001), afirme que “En el área de la intervención social, la resiliencia intenta promover procesos que involucren al individuo y su ambiente social, ayudándolo a superar la adversidad (y el riesgo), adaptarse a la sociedad y tener una mejor calidad de vida (La Resiliencia como proceso: una revisión de la literatura reciente”, en Melillo, A. et al, 2001:31).
Pregunto: ¿Acaso no es ese uno de los objetivos de la educación? Tan sólo con pensar en que la ignorancia es un factor de adversidad, la tarea de la Escuela ya tiene relación con la Resiliencia.
La facticidad de numerosas zonas del mundo; en especial, de Venezuela, hace que este concepto irrumpa en las intervenciones y en los programas sociales y de desarrollo humano.
La pobreza, las pandemias, las epidemias, la diversidad, la delincuencia, en definitiva la gran desigualdad que divide a la humanidad, requiere que se desarrollen nuevas teorías e investigaciones para hacer más efectivas dichas intervenciones. No obstante, también nos enfrentamos a adversidades y riesgos que parecen más insignificantes frente a las terribles circunstancias que el ser humano tiene que vivir (guerras, escasez, desempleo, hambre, pandemias, epidemias, violencia, entre otras), son otras adversidades más pequeñas en dimensiones, pero igualmente riesgosas. Están presentes en todas las situaciones de gran incertidumbre.
La Resiliencia, nos invita a observar humanizadamente y con grandeza al prójimo y a modificar nuestras prácticas, abordando la reflexión, tipificación y el uso asertivo de los recursos de quienes hemos de cuidar. Su promoción no es tarea de un sector determinado, sino la de todos los adultos que tienen la responsabilidad de cuidar y proteger; sobretodo, a niños y adolescentes, asegurarles afecto, confianza básica e independencia. Es reconocer la fortaleza más allá de la vulnerabilidad.
A MODO DE CONCLUSIONES
Alcanzar cierres definidos no es el objetivo de este artículo; sino, por el contrario, abrir las puertas a desafíos personales, institucionales, comunitarios y sociales para todos los actores de la gran puesta en escena que es la mayor suma de felicidad posible de las personas. No generar afirmaciones categóricas y terminantes, es el verdadero espíritu de la Resiliencia; ergo, hay que abrir los espacios para el diálogo fecundo, la comunicación efectiva, poner en marcha proyectos interactivos donde” la verdad” no sea propiedad reduccionista. Luego, las distintas miradas, las diferentes formas de observar lo real, deben desembocar en objetivos la Resiliencia modifica los marcos conceptuales, las metas, las estrategias y las evaluaciones de todas las intervenciones sociales, enfatizando las ventajas y las potencialidades de las personas en contexto de gran incertidumbre.
1. Nelson Mata Villegas. Postdoctor en Filosofía y Ciencias Humanas (UNESR). Postdoctor en Seguridad Social (UCV). Postdoctor en Derechos Humanos de la LUZ. Postdoctor en Ciencias Gerenciales (UNEFANB). Doctor en Seguridad Social (UCV). Doctor en Ciencias de la Educación (USM). Magister Scientiarum en Seguridad Social (UCV). Licenciado en Administración de Recursos Humanos (UNESR). Docente del Postgrado en Ciencias Sociales, Investigación y Desarrollo, Ciencias Administrativas y Seguridad Social de la Universidad Central de Venezuela. Asesor de organizaciones públicas y privadas. Conferencista.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Bowlby, J. (1992). El Apego y la Pérdida. Argentina: Paidós Ibérica.
Giordano, Sulma y otros (2007). Educación, Resiliencia y Diversidad. Buenos Aires.: Espacio.
Grotberg, Edith H.(2006). La Resiliencia en el Mundo de Hoy. Barcelona: Gedisa,
----------------------------- (2001). Nuevas Tendencias en Resiliencia, en Melillo, A.
Infante, F.(2001). La Resiliencia como proceso: una revisión de la literatura reciente, en Melillo, A. y Suárez O., E. Resiliencia, descubriendo las Nuevas Fortalezas. Buenos Aires: Paidós.
Manciaux, M.Vanistendael, S., Lecomte, J. y Cyrulnik, B. (2003). La Resiliencia: Resistir y Rehacerse. Barcelona: Gedisa. 1ra.ed.
Melillo, A. et al. (2001). Resiliencia. Descubriendo las Nuevas Fortalezas. Buenos Aires: Paidós.
Puerta de Klinkert, M. (2003). Resiliencia. La estimulación del Niño para enfrentar desafíos. Buenos Aires, Argentina: Lumen-Humanitas.
Regional Training (1999). Sao Paulo, Brasil. Centro de Resiliencia Mar del Plata. Proyecto Resilient,s NATs: Niños y Adolescentes Trabajadores, Mar del Plata, Argentina. Disponible: http://www.ceremap.org.Proyecto de Intervención de Ceremap,
Suárez O.(1995). Resiliencia. Descubriendo las Nuevas Fortalezas. Buenos Aires: Paidós,
Werner, E. et al, (1989). Vulnerable, pero Invencible . Un estudio longitudinal de niños y jóvenes resilientes, New York: Villard Books.