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OCIO, TIEMPO LIBRE Y RECREACIÓN EN EL MARCO DE LA POLÍTICA SOCIAL

La política social se corresponde con una serie de objetivos reales y concretos que buscan el ordenamiento de las necesidades que tiene la población utilizando para ello los recursos económicos y las decisiones políticas que convergen en la dinámica de un país.

Una diversidad de conceptos se puede encontrar en relación a este constructo, su denominador común es la búsqueda del mejoramiento de la calidad de vida de las personas garantizando la satisfacción de las necesidades sociales. Formarán parte de la política social diversos elementos (alimentación, vivienda, trabajo, seguridad social, tiempo libre, etc.) de la vida en sociedad. El abordaje de este tema nos conduce a revisar necesidades y formas de satisfacerlas.


El ser humano tiene necesidades, que son infinitas, enumerarlas es prácticamente imposible. Son requerimientos esenciales inherentes al ser humano cuya satisfacción es una búsqueda constante. La historia ha mostrado claramente, los rasgos y facetas por las cuales ha transitado el ser humano para satisfacer sus necesidades desde su aparición en la tierra y los motivos que guiaban su acción. Los filósofos de la antigüedad encontraron diversas respuestas:


  1. Demócrito, enseñó que la humanidad perseguía la felicidad, entendiendo como tal un estado de reflexión y de razonamiento. La felicidad es un estado interno ya que nadie puede quitársela.

  2. Epicuro, refleja que el hombre persigue el placer e indicaba que se deben seguir los placeres mentales más no los físicos.

  3. Siglos más tarde, Spinoza llega a la conclusión que la conservación de la propia vida es el motor principal que mueve al hombre.

Otra forma de caracterizar al “homini opus” ha sido a través de sus hechos, acciones y de acuerdo con su inteligencia:

  1. “Homo Faber”: acepción empleada en la prehistoria para designar al hombre capaz de construir algo con las manos, o sea, cualquier trabajo manual.

  2. “Homo Ludens”: el hombre que se divierte y goza buscando en la salud y el juego el bienestar.

  3. “Homo Sapiens”: hombre inteligente que durante su ocio cumplía su acervo cultural mediante cualquiera de los medios de comunicación de masas.

  4. “Homo Socius”, destaca la característica más importante del ser humano como lo es la asociación con sus semejantes. Es un ser social y como tal, tiende agruparse según sus intereses y características de los individuos con los cuales se agrupa.


El ser humano es eminentemente social requiere de la convivencia, el intercambio y la interrelación

para desarrollarse plenamente. Son las necesidades inherentes a él y la especificidad de su satisfacción se orienta dependiendo del interés.

Las necesidades individuales se refieren a aquellos deseos cuyo logro redunda en beneficio del mismo individuo y las colectivas pueden considerarse como más auténticamente sociales pues interrelaciona la vida individual con la colectiva.

Cada ser humano tiene su propio sistema de necesidades y no todos obran de la misma forma en la satisfacción de éstas. Una necesidad sentida e insatisfecha rompe con el estado de equilibrio del organismo pudiendo ocasionar tensiones o daños. Las necesidades no son estáticas por el contrario son fuerzas dinámicas y persistentes que provocan acciones y comportamientos para la búsqueda de su satisfacción. Entre las necesidades básicas definidas por la ONU, la recreación y uso del tiempo libre es la sexta, para lo cual es importante conocer su significado.


Los términos Ocio, Recreación y Tiempo Libre se han ubicado en distintos momentos del desarrollo histórico. Se reconoce a partir de Platón y Aristóteles el término ocio identificándolo como ideal desde la suposición que los hombres son más de lo que parecen ser. Reseña Julia Gerlero (2012), que “En síntesis, el ocio griego encierra la condición de ser un interrogante, una búsqueda de la expresión del hombre en su condición ética no es una expresión acabada y concreta en actividades del tipo que en nuestros días pretendemos definir sino es concebido como una predisposición del ánimo, del ser, como una actitud “para ...” configurada en un ideal de cultura” .

Destaca la autora, en este contexto, los aspectos del ocio resignificados en Roma pueden centrarse en:


  1. se inicia una fusión en el ámbito individual de las categorías “ocio-trabajo”, reconocida socialmente La negación del otium romano, es el neg-otium, de donde deriva “negocio” es decir, trabajo al que se dedicaban negociantes y mercaderes. Ocio y negocio, son parte constitutiva del hombre completo, y desde esas dos dimensiones el hombre se manifiesta

  2. el tiempo de ocio, es en Roma atributo de las grandes masas –aunque no en forma exclusiva- para quienes los poderosos sirven con fiestas y espectáculos. Esto marca un perfeccionamiento del ocio popular que deriva en ocio de masas como arma de “dominación”.

  3. el ocio se expresa en actividades concretas y colectivas fundamentalmente de tipo <espectáculo>, no ya en términos de ideas o ideal.

  4. La búsqueda del placer está impregnada de materialidad y desprovista de los parámetros de la moralidad ateniense.


El ocio se puede comprender como aquel dedicado a la contemplación de la belleza, el crecimiento personal y el desarrollo espiritual mediante la realización de aquellas actividades que posibilitan el encuentro con lo interno. Como indica J. Dumazedier (2012) y la

Teoría de las 3D: descansar, divertirse y desarrollar la personalidad. descanso: recuperación de la fatiga; distracción: huir de la monotonía y desarrollo personal: evitar la impersonalidad.


Encontramos una derivación del concepto de ocio, al de ociosidad para referirse a la pérdida o derroche del tiempo, vinculado al vicio de no trabajar. Pasa el trabajo a ser un aspecto que dignifica la vida del ser humano y la ociosidad su sentido contrario.


La Revolución Industrial marca un punto de referencia en la reafirmación del trabajo como dignificante y las actividades que se puedan realizar. Estas actividades son aceptadas siempre fuera de ese lapso de “ocupación productiva” del ser humano. El término que incluye todas esas actividades es Tiempo Libre.


Guillermo Miranda Román (2006), lo esquematiza de la siguiente forma

  1. Tiempo libre es la parte fuera del tiempo del trabajo destinada al desarrollo físico e intelectual del hombre en cuanto fin en si mismo.

  2. El tiempo libre es una temporalidad para el ocio. Touraine (1974) sostiene que los ocios como cualquier actividad fuera del trabajo estricto, engloban la mayor parte de los rasgos culturales de una sociedad, como la vida religiosa, los juegos, la actividad política, el deporte. El tiempo libre es un tiempo sin obligaciones remuneradas y sólo es un problema cuando no existe una previsión tradicional de la cultura para hacer uso de él.


Gianni Toti (1975), citado por Guillermo Miranda por su lado, señala que el tiempo cotidiano se divide en cinco períodos:


  • el tiempo desocupado, o tiempo involuntario;

  • el tiempo de trabajo o de producción propiamente dicho, esto es en sentido técnico y material: incluye el tiempo de transporte y el de trabajo voluntario;

  • el tiempo fisiológico, necesario para comer, bañarse, dormir, dedicarse al deporte etc.;

  • el tiempo cultural, dedicado a la formación, la educación, la cultura colectiva, el turismo, las vacaciones, la participación política, y,

  • el tiempo libre propiamente dicho, de recreación de nosotros mismos, de auto humanización.


Tiempo libre es el que queda después del trabajo. Trabajo y ocio aparecen contrapuestos en el tiempo. Ocio es antítesis de trabajo. Tiempo libre es el que queda libre de las necesidades y obligaciones cotidianas y se emplea en lo que cada persona quiere. Suponemos de acuerdo con la distribución de las horas socialmente establecidas que debemos tener:

8 horas de trabajo, 8 horas de descanso y 8 horas de sueño. ¿Cómo efectivamente utilizamos esas horas y cuál es la perspectiva que tiene el ser humano para ocupar esas horas de descanso?


Asociado al término tiempo Libre, encontramos el de Recreación, que deriva del latín, “Recreatio” e indica, “Restaurar y Refrescar la persona”; Divertir, alegrar o deleitar en medio del trabajo y de las obligaciones cotidianas; Actividad o conjunto de ellas que tiene lugar en un tiempo liberado de las obligaciones sociales donde el sujeto decide las actividades que le provocan placer y diversión.


Constituye un valioso instrumento socio-educativo para el desarrollo individual y la integración familiar y comunitaria. Es uno de los componentes aceptados por la ONU para medir la calidad de vida de la población.


La política social de los países debe potenciar el ocio, tiempo libre y la recreación como elementos fundamentales

para el desarrollo de los pueblos, pues las políticas sociales responden a las necesidades de los individuos y las comunidades; y por tanto como necesidad y como derecho del ciudadano debe quedar claramente establecida y reconocida como prioridad fundamental y atribuírsela mayor importancia.



REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS



Chaudary, Yudi. (1993). La Política Social y la Recreación en La Seguridad Social en Venezuela. Cuaderno de Postgrado No. 4. Martínez Mercedes L (coordinadora). Fondo Editorial Trpykos. Comisión de Estudios de Postgrado. FACES – UCV.


Chaudary, Yudi (1996) La Política Social y la Recreación al Aire Libre. Revista Venezolana Análisis de Coyuntura. FACES - UCV. Vol. II, N° 2 (jul-dic), pp. 139-152.


Dumazedier J (1971). Ocio y Sociedades de Clase. Editorial Fontanella. Barcelona.


Gerlero, Julia. (2012/07). Diferencias entre Ocio, Tiempo Libre y Recreación. En blog.utp.edu.co. Universidad Nacional del Comahue. Argetina.


Munné, Frederik (1980): Psicosociología del Tiempo Libre. Editorial Trillas.


Román, Guillermo Miranda. (2006) Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. U. A. del Estado de México.


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